Existen pequeños detalles, que aunque no te des cuenta, están llevando a tu matrimonio a un divorcio inminente. Por ejemplo, quizás poner los ojos en blanco cuando tu pareja te dice algo, o eres más sarcástico de lo normal, entonces es probable que vayas camino al divorcio.
Según expertos, existen algunas señales que te indicarán que tu matrimonio no se encuentra bien. Así que tienes dos opciones el divorcio o buscar ayuda.
¿Se puede evitar un divorcio?
Claro que se puede evitar el divorcio, todo depende del nivel de compromiso que tengan ambas partes. En la mayoría de los casos, las parejas que se divorcian son aquellas que han pensado en este, incluso, que lo usan como amenaza.
Por ello, si se está dispuesto a luchar por la relación, es menos probable que el divorcio sea inevitable. Más bien la idea es que los cónyuges conversen sus problemas y traten de conseguir una solución en conjunto, en definitiva esto fue lo que prometieron cuando se casaron.
Después del amor al fracaso matrimonial
Se debe tener presente que las relaciones amorosas evolucionan con el tiempo. Los sentimientos van cambiando a medida que la relación crece y algunas personas no aceptan estos cambios.
Cuando una relación comienza a crecer pasa de la pasión, que es el sentimiento que se experimenta cuando algo es nuevo y entretenido, al compromiso. Es probable que este último sea un poco menos entretenido, pero más necesario para mantener la relación a flote.
De manera que, al no tener la misma pasión y entretenimiento que tenía en un principio, muchas parejas deciden terminar la relación. Por ello, para evitar el fracaso amoroso lo principal es fortalecer el sentido de compromiso. Si este no es fuerte lo más probable es que no se pueda evitar el divorcio.
¿Cómo reconocer cuando un divorcio es irreparable?
Claro, llega el momento en que ya no puedes hacer más nada para salvar tu matrimonio y quizás haya algunas señales de que has llegado a este momento. Por ello, no puedes pasar por alto las señales que te indican que ya no hay remedio.
Falta de comunicación, primera causante de divorcio
Esto no es solo una señal de que hay problemas, sino que puede ser el origen del problema. La comunicación es muy importante en cualquier organización, incluso en el matrimonio. De manera que, si esta se deja de lado, el matrimonio está destinado al fracaso.
Pero lo cierto es que cuando ya has perdido la comunicación por completo, es difícil recuperar la relación de pareja. Siempre es importante comunicarse ya que de esta manera se pueden resolver los problemas.
Desconfianza en la administración de los bienes compartidos
Cuando un matrimonio va bien, es probable que no se piense en lo que se deja en mano de la otra parte. Así que aunque quizás quien trabaje sea el esposo, la esposa sea quien administre los bienes de la casa.
Sin embargo, si esta confianza se pierde, y se comienza a dudar de la manera como se realiza la administración, entonces puede que haya problemas. Quizás se comienza a dudar si se está usando todo el dinero en lo que se ha acordado o si se está desviando a otros objetivos. Así que quizás no se pueda recuperar esta confianza.
Varios intentos fallidos de recuperación
Quizás han intentado reparar en varias ocasiones tu matrimonio, y esto es loable. Es probable que hayan tomado ciertas medidas para mejorar la comunicación y para fortalecer la confianza, pero no lo han logrado.
Después de que has intentado en varias ocasiones reparar tu matrimonio y no lo logras, puede que este se resienta más. Sentirás que no hay remedio y que la solución es el divorcio, pues en ese caso lo más seguro es que así sea.
Vienen de padres divorciados
Está estadísticamente comprobado que las apersonas que tuvieron padres divorciados tienen más probabilidades de fracasar en su matrimonio. Así que si la pareja vio los problemas de sus padres durante la niñez, quizás sea más difícil mantener el matrimonio a flote.
Aunque las estadísticas apoyan esta teoría, debes tener presente que nadie está obligado a cometer los mismos errores de sus padres. Así que es probable que la razón por la que termina, es que en la niñez no se fortaleció el sentido de compromiso ni se diera un buen ejemplo a este respecto.
Por ello, si has pasado por algunos de estos problemas es probable que el divorcio sea inevitable en tu caso.