¿Cómo se reparte un plan de pensiones tras un divorcio?

Los planes de pensiones se reparten durante un divorcio para establecer la equidad de justicia social al momento de la liquidación de los bienes del patrimonio matrimonial. En el caso de existir hijos, la ley inicialmente buscará el bienestar y socorro de los menores para mantener su estilo de vida y salud, tal como venían antes de la decisión de sus padres.

Siempre la prioridad para el Estado serán los menores o hijos mayores en común, mientras estos posean ciertas características que se les adjudique la necesidad de protección o cuidado.

Por su parte, en matrimonios donde no existan hijos o pudieran existir, pero se presenten también estos casos especiales, se derivarán otros tipos de consideraciones que considerará el juez de familia, cómo condiciones especiales físicas y económicas. ¿Cómo se reparte un plan de pensiones tras un divorcio? Aquí tienes toda la información.

Divorcios

¿Son embargables los planes de pensiones en un divorcio?

Absolutamente, no. Los planes de pensiones tienen la característica de ser inembargables o no procedentes a ser desestimados o retenidos.

Estos son parte de las compensaciones posteriores a la disolución del lazo matrimonial y dependerán del tipo de sociedad creada al momento de contraer el matrimonio, para determinar los porcentajes de participación de estas pensiones y en conjunto con los hechos causales presentados ante el juez, que requieran el amparo de una medida económica.

Causales para ser merecedor de un plan de pensiones en el divorcio

Los principales causales para solicitar un plan de pensiones durante las audiencias de la determinación de sentencia de divorcio se encuentran las siguientes:

incapacidad laboral o gran invalidez

Se reconoce la necesidad de otorgarle al cónyuge un aporte económico cómo pensión cuándo este no se encuentre en las capacidades físicas de ejercer labores que le permitan adquirir por si solo(a) los ingresos necesarios para su manutención y especialmente los de sus hijos, en caso de existir.

Entre estas incapacidades pueden ser producto de accidentes o presencia de enfermedades físicas o mentales, lesiones permanentes, entre otros.

Esto sucede debido a que al momento de dictarse sentencia de divorcio y no establecer este apoyo económico, el más perjudicado será quién tenga esta condición y por lo tanto se solicita para que en base a la sociedad anteriormente compartida, ambos puedan vivir separados en la misma condición estable.

Fallecimiento

En caso de fallecimiento del cónyuge, el juzgado puede otorgarle la pensión de viudez para sostenerse económicamente gracias a portar el nombre civil del esposo, adquiere los derechos por parte de este, aunque viviera con otra persona aún separada de su esposa.

Esta pensión, también se otorga debido a la gran masa de adultos mayores que han convivido toda su vida con una sola pareja y al morir esta, no tiene las capacidades para laboral por haber sido únicamente guardiana del hogar cómo por carecer de la edad para ser contratada, evitando así vivan el resto de su vida una situación precaria.

Desempleo de larga duración

Si el cónyuge está pasando por un largo período dónde a pesar de buscarlo no tiene la posibilidad de ser contratado para tener sus ingresos, será necesario otorgar esta pensión provisional mientras que su situación financiera mejora y se estabiliza socialmente.

Esto podría ser por haber dado a luz recientemente, y estar pasando por el cuidado y meses posteriores al hecho. También en caso de operaciones y sugiera cuidados en conjunto con reposo médico, cómo por falta de ofertas de trabajo.

Enfermedad grave

En el caso de enfermedades crónicas bien sean físicas o mentales, especialmente físicas. Se tomará la previsión de otorgar una pensión al afectado que debería ser cubierta por la pareja, aunque esta solicite el divorcio. Ya que, al separarse de ella, muchas veces se piensa que se desliga de la responsabilidad de acarrear con los gastos que esto supone, no es así.

Los beneficios de un finiquito de sociedad conyugal, terminan por equilibrar al que se encuentre en un nivel mucho menor de estabilidad. Por lo tanto, el estado ampara los casos de enfermedades graves durante la separación o divorcio para ser resguardados y tener un apoyo financiero para cubrir sus gastos médicos y personales, si es temporal o de por vida.

Desahucio de la vivienda habitual

La mayoría de las parejas que deciden vivir juntas, tienen una vivienda familiar que cuándo se inicia del proceso de divorcio debe determinarse hacía cuál padre irá dirigida su uso.

Este beneficio no se otorga al titular a menos que sea el principal necesitado de la vivienda. En caso de tener la custodia la madre y ser el padre quién requiera el apoyo por desahucio de la vivienda habitual, en caso de estar en buenos términos, dicha localidad podría ser compartida.

De lo contrario al caso anterior, el juzgado podría determinar un abono especial que ayude al cónyuge afectado y no tenga en custodia menores a conseguir una vivienda propia por un breve lapso de tiempo, según se den las condiciones.

Como evitar la suspensión de las pensiones por divorcio

La suspensión de las pensiones se dará en los casos donde la persona que recibe este apoyo, va en contra de las razones por las cuales se le otorgó en primer lugar dicha pensión.

Por ejemplo, en los casos de vivienda familiar si se le otorgara su uso y manutención a dicho progenitor y este posteriormente incluye en la vivienda otra pareja, será suspendido y posiblemente cambiada la custodia de los hijos entre otras medidas al respecto.

Para las pensiones de viudez debe estar bajo el lazo conyugal y lo recibirá sólo si no tiene ningún otro aporte económico en cuánto a pensiones económicas. Por enfermedades graves que carezcan de recuperación y esta persona fallece, queda también sin efecto dicha obligación a menos que sea determinado por el juez un aporte adicional para los hijos en este caso.

Mientras que la incapacidad, desempleo o similares se ven derogadas cuándo estas partes consiguen una estabilidad económica o adquieren el compromiso de una nueva pareja, en este caso el ex-cónyuge no está en la obligación de satisfacer sus necesidades, quedando suspendidas dichas pensiones.

Las pensiones tras el divorcio pueden ser otorgadas provisional o permanentemente, parcial o total según se dé el caso y quedan como garantes del derecho matrimonial al haber convivido durante el tiempo que este tuviera duración.

Te instamos a buscar una asesoría profesional que te detalle más alguno de estos temas para tu beneficio.

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