Oficialmente Israel, es un país del continente asiático. Es considerado el único país judío del mundo. Un concepto central y religioso que se ramifica de hace más de 3000 años.
Sus orígenes en cuanto a leyes están fundamentados en La Santa Biblia, por cuanto cuenta el origen y los motivos divinos que dan orientación a sus principios y costumbres como pueblo hebreo. Entre ellas, la santificación del matrimonio. Si quieres saber cómo es el divorcio en Israel y en qué consiste quédate para averiguarlo.
¿Está permitido el divorcio en la religión judía?
Para los judíos, el matrimonio es una alianza no sólo entre hombres sino una legitimación delante de Dios, por tanto, no se deriva a un simple papel sino a la unión perpetua entre un hombre y mujer delante del supremo Dios.
Es por ello, que para los judíos ortodoxos no ven esta separación civil a la par de la consideración religiosa, sino una decisión por cierta parte de comunidad reformista. Es decir, que la disgregación civil es insuficiente y para aquellos que aún permanecen siendo conservadores, ante esta sociedad permanecen casados sin importar lo que dicten las leyes civiles.
No obstante, con el paso del tiempo para el Estado Israelí, basados en los sucesos de diferentes escenarios y posiblemente fundamentada en las sagradas escrituras de “si el esposo repudia a su mujer, mejor dé carta de divorcio”. Se amplía la posibilidad de lo que en su país es conocido por “get”.
El get, es adjudicar el divorcio al esposo (quién es el que lo otorga o el derecho a la mujer de recibirlo). Como procedimiento o manuscrito, este último es denominado el pergamino de separación o no culpabilidad (Sefer K´riot) dado que, a diferencia de otras culturas, sí bien concede la separación, lo hace sin detallar faltas por las cuales es solicitado.
Para que el documento sea válido, debe ser transcrito por un sofer lo que se conoce como un escribano, únicamente para esa pareja en particular. Posterior a ello, esta redacción debe ser dirigida al beit din (tribunal hebraico).
Un beit din, es un juzgado surtido de al menos 3 maestros(as) judíos o la misma cantidad entre partes comunitarios instruidos a profundidad en el argumento de separaciones o divorcios, pese a no ser religiosos totalmente.
Estos son quienes se encargan de asuntos de índole religiosa, tanto conversión al judaísmo como la concesión de un get, estudiando el caso a fondo bajo las normativas civiles y religiosas a fin de no decidir de manera apresurada que afecte los principios bajo los cuáles conviven desde sus orígenes.
Incluso dentro de su rol se encuentra el intentar reconciliar ambas partes, en caso de no ser posible, se les otorga la separación.
Si bien, hoy día puede concederse tal disociación queda totalmente prohibido la declaración de los motivos que llevaron a esta decisión, por tanto, la celebración del Sefer K´riot establece la falta de culpabilidad entre las partes separadas, a fin de evitar la desaprobación de los involucrados.
Tipos de divorcio aceptados en Israel
Es tan importante la aclaratoria de estos términos, debido a los derechos del beit din sobre las decisiones en la pareja. Inclusive, un tribunal civil no podría involucrarse en las decisiones que este tenga al respecto a la potestad de un menor y los fallos derivados de su existencia, motivo por el que muchas mujeres judías temen a la petición de divorcio.
Una vez, este tribunal tiene la decisión final bajo los términos que debe concederse la separación, es entonces cuando se presentan el resto de documentos de índole civil ante los tribunales del Estado.
Dado la importancia de las decisiones, es recomendable siempre la asesoría previa de un abogado a fin de enterar al solicitante los recursos a su disposición y la determinación del tipo de divorcio entre las dos opciones aceptadas en el Estado Israelí.
Por consentimiento mutuo
Existe una clara diferencia respecto a las normativas en otros territorios internacionales, teniendo en cuenta que el término “diferencias irreconciliables” es motivo suficiente para consentir la disolución de la sociedad matrimonial.
Pero en cuanto a la Ley Judía no se basa en diferencias, sino la aceptación del derecho de la condición de vida en libre voluntad. Muchas mujeres en sus matrimonios están sometidas al término de agunah, este se refiere a mujer atada o estancada.
Originalmente, surgía de los hombres que se temía a su desaparición y su muerte en la guerra. Ellas quedaban atrapadas a la espera de su posible regreso. Por lo que el Estado concede a que ambas partes previo a su partida, la redacción del manuscrito a su esposa para liberarla en caso de su fallecimiento o su dudoso regreso para rehacer su vida.
Estos procedimientos también se realizaban para evitar los “mamzerim”, que eran los hijos ilegítimos al no haber sido realizado el get delante de la comunidad judía. Se consideraba que el hijo del nuevo progenitor era una aventura con un hombre fuera del lecho nupcial, pese a estar separados civilmente.
En caso de diferencias entre ambos, se esperaba que, si una de estas partes deseaba renovar la armonía en la sociedad matrimonial, entonces no había acuerdo y la otra parte queda obligada a continuar con sus funciones.
Sin consentimiento
Se determina de esta manera al no haber convenio entre los esposos. El juzgado rabínico corresponde resolver si se tienen o no las bases legales y religiosas para obligar al esposo a entregar la separación u otorgarle el derecho a la mujer de poder recibirlo.
Este procedimiento comienza a realizarse nuevamente debido a la misma expresión de “agunah”, ya que muchas mujeres judías se ven sometidas a los maltratos domésticos de sus esposos o incluso su total desinterés.
En estas circunstancias la mujer teme por la posible separación de sus hijos o inclusive las necesidades de alimentación para seguir respetando el Kosher y el Sabbath, así que se les considera metafóricamente encadenadas a ellos.
Una de las valoraciones más importantes para el Estado de conceder el divorcio en estos casos se debe precisamente al derecho de la libre voluntad y no imposición de temor como motivo para permanecer. Este último es muy mal visto ante la sociedad, y no sólo se les concede la separación, sino el apoyo de organizaciones que respalden sus necesidades.
¿Cuáles son los motivos más comunes de divorcio en Israel?
Entendiendo que ambas partes pueden solicitar el derecho de otorgar o recibir el divorcio, depende de cada parte los motivos de su disolución. Para comprender mejor lo detallamos de acuerdo al interesado:
La mujer, tiene permitido el derecho a recibir el divorcio en caso de las siguientes razones:
- En caso de defecto físico de su pareja: Considerándose como tales las enfermedades de alta peligrosidad o contagio, desperfecto corporal o imposibilidad de otorgarle un hijo al ser estéril.
- En caso de conducta incorrecta con su esposa: Basándonos en los términos anteriores de agunah, que el hombre como principal deber de protección a su esposa sea el precursor de violencia doméstica, bien sea física o verbal, evasión de los deberes físicos, falta de manutención o inclusive el hecho de adulterio, se considera permisible la exigencia del divorcio.
El hombre, tiene el derecho a otorgar el divorcio en caso de presentarse los siguientes motivos.
- En caso de defectos fisiológicos: le es permitido si logra comprobar durante al menos 10 años, que su pareja no ha podido tener la concepción de un hijo. Dado que para los judíos es de suma importancia la preeminencia de sus descendientes, es considerado una necesidad a cubrir por la esposa. También aplica para enfermedades que afecten su labor diaria o dificulte la convivencia.
- En caso de Inmoralidad: El hombre tiene derecho a separarse de su esposa cuando está en base a sus actos conlleve a una ruptura familiar en su vida normal, vulnerando en primer lugar la ley judía vigente en el Estado.
Las leyes judías conviven con sus precedentes religiosos. No derogando sino haciendo cumplir lo que originalmente se establece de las sagradas escrituras.
Israel permite la validación del divorcio mientras este ha sido previamente estudiado por el tribunal rabínico que dictamina en base a las pruebas y solicitudes la concesión o negación de la separación, ante las leyes civiles cómo las religiosas. Simpatizando sus creencias con la responsabilidad social y moral de sus habitantes.
