¿Cómo afrontar un divorcio con hijos pequeños?

Un divorcio es espinoso en cualquier circunstancia, conlleva a muchas decisiones que afectan a las personas involucradas como pareja, amigos o familia. Pero ninguno es de mayor relevancia (inclusive para el Estado) y minucioso de afrontar, como uno donde existen hijos pequeños.

Los hijos absorben en gran medida todos los problemas que afrontan sus padres, aunque no sepan que ha conllevado todo el asunto. Siempre se sentirán afectados y tendrán repercusiones emocionales que en algunos casos llevarán de por vida, como traumas en futuras relaciones. El cómo afrontar un divorcio con hijos pequeños es un asunto delicado y te describimos como hacerlo a continuación.

Familia rota

¿Cómo explicar a los hijos menores la decisión del divorcio?

Como padres, la responsabilidad es crear adultos responsables y funcionales que puedan incluirse la sociedad y a la vez un individuo completo y feliz. Por ello, el tener que afrontar una separación a una edad temprana, debe sobrellevarse por parte de los progenitores para el bien común y mejores términos existentes.

Es de vital importancia no hacerlo de inmediato y sin ningún tipo de consideración de sus emociones, recordemos que sería la ruptura del mundo habitual que conocen. Debe buscarse el momento más adecuado para desarrollar las ideas poco a poco, no hacerlo de manera abrupta.

La mayoría de los hijos se sienten ligados a un progenitor por lo que al comprender el concepto de divorcio y lo que implica, automáticamente su pensamiento será “me separarán de mi papa/mamá”. Este concepto es el que se busca evitar.

Lo ideal sería que cada padre hable en particular con el hijo o hijos. Determine su estado emocional, respecto a la familia y el día a día, contemplar si les causa problemas y les está afectando, o si sólo desean que sus padres vuelvan a ser como antes (este es el caso más difícil). Una vez que se ha estudiado la situación individual, hacerlo en conjunto.

De obtener la misma respuesta, ambos padres deberían hablar con ellos y plantearle las situaciones que están llevando a sus discusiones diarias sin entrar en detalles muy personales como amantes, o problemas financieros que ellos no deberán ni es aceptable que les hagan saber.

Los progenitores deben manifestar sus propios sentimientos, hacerles entender lo difícil que ha sido permanecer juntos y que esta vez quieren destinar todo su amor personal solo a ellos. Deben mostrarle con expectativa, las cosas que vendrán a futuro, viajes y sorpresas que en algún punto podrán compartir.

En caso de no poder hacerlo ambos padres, quedará bajo responsabilidad de ley, lo que el padre o madre digan en contra de su ex-pareja frente al menor y tendrá que responder ante ello.

Por lo tanto, de necesitarse, lo más prudente es que sea una única persona, la que procure demostrar que todo su amor, atención y cuidados seguirán intactos, haciéndole saber que no pasará de inmediato, sino que sólo es un papel que firman mamá y papá, y todos sus demás beneficios serán el doble de mejores.

Reglas para afrontar un divorcio con hijos pequeños

Hay objetivos que cumplir en beneficio de los hijos cuando se está afrontando un divorcio. Tanto reglas que implican represalias civiles y penales, como situaciones que derivan en las emociones de sus hijos. Para evitar incurrir en estos daños, te compartimos un par de normas que deben existir en conjunto como padres de los menores.

No tener que escoger entre sus padres

El peor error de los padres durante un divorcio es hacer que su hijo o hijos deban escoger a uno de sus padres. Como seres emocionales, se debe comprender que los sentimientos del menor se verán afectados, incluso hasta el punto de desequilibrarse.

Un niño pequeño no tiene la madurez o capacidad para una decisión de esta magnitud. Es un terrible error. Si el menor está vinculado emocionalmente a uno o ambos padres, estos deben actuar en base al amor que se mantiene por el menor por encima de la ira o frustración en contra del otro.

Deben decidir entre ellos, si tener custodia compartida, o si alguno de ellos decide que el mejor cuidado para este lo tendrá alguno de ellos en específico. Durante un divorcio, las leyes y los jueces velan por los derechos del menor y no de la necesidad de los padres por quedarse con un hijo.

No hables mal de tu ex frente a tus hijos

Evita hablar mal de tu ex pareja frente a tus hijos, ellos no comprenden las situaciones que vivieron entre ustedes cómo adultos y no entienden el mundo de los adultos.

Ellos no dejarán de amar a su progenitor sin importar la falta que haya cometido, a menos que el mismo viera circunstancias de violencia en el hogar y tenga preferencia por alguno durante la separación.

Pero inclusive, a efectos de la ley es una grave falta que de ser llevada a un tribunal podría terminar en represalias judiciales y penales, hasta el retiro de la custodia o visitas al menor.

Como padre, se debe entender que en algún punto, el menor crecerá, será un adulto y se verá afectado por sus vivencias pasadas, es responsabilidad parental alejarlo de estas emociones. Criar hijos sanos emocionalmente los hará exitosos y conformaran familias bien estructuradas para la sociedad, así como hombres y mujeres respetuosos.

Respeta las visitas de padre/madre

Bajo ninguna circunstancia interfieras en el derecho de visitas establecido legalmente para tu ex pareja. Sentirá que estás arrebatándole la facultad de pasar tiempo con su hijo y creará reproches que posteriormente serán para ti mismo(a).

Lo mismo ocurre para quienes solo acuden al hogar para llevarlos de paseo. Debes respetar las reglas que se establezcan para sus tareas y actividades. El error que muchos padres cometen, es extender arbitrariamente el tiempo de visitas sin permiso. Ante la ley, esto podría asumirse como intento de secuestro si tu ex pareja no está contigo en buenos términos.

Entenderse y no enfrentarse al momento de decidir por los niños

Conservar la vida estable, o lo más cercano a esta, es el derecho que tienen los hijos, y el tiempo compartido con los niños es un beneficio para los padres.

Evitar discusiones frente o cerca a sus hijos. Ellos son esponjas y absorben todo lo que está a su alrededor. Para ser un adulto responsable, se debe velar no solo por su integridad económica y física, sino la emocional.

Es parte moral y civil de la responsabilidad parental llevarse bien con su ex pareja, no por mantener una amistad sino una comunicación adecuada por el bien y desarrollo de sus hijos, que siempre necesitarán de ambas figuras.

Llegar a un acuerdo y respetarlo permanentemente, asegurará que los lazos sean mayores y que durante su adultez puedan ser personas funcionales que aman a sus padres y esto sea transmitido a sus futuras relaciones.

Lo mejor que puede hacerse por los hijos frente a un divorcio, es demostrarles que los desacuerdos no son sinónimo de desamor. Sea real y no les mienta, ni haga promesas que no podrá cumplirle. Sea un adulto responsable y un padre ejemplar, en el futuro, sus hijos se lo agradecerán.

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